Welteroth, ¿qué es lo que te inspiraba desde niña y, por tanto, ha marcado tu carrera profesional?
Mi madre cuidaba mucho su estilo y yo heredé ese sentido y gusto por el diseño. Pero no se trata solo de estética. Para mí, el estilo es una expresión de la propia personalidad: permite mostrar al mundo quién eres sin decir siquiera una palabra. Siempre me ha gustado contar historias. Recuerdo cómo me fascinaban las portadas de las revistas, ¡las devoraba literalmente! Tener la oportunidad de contar historias con amor, poniendo el alma en ello, historias que pueden inspirar a la gente más allá de las páginas impresas, ha sido siempre mi sueño. Por supuesto, no pensaba que algún día viviría ese sueño, ni en las revistas ni en la televisión, pero echando la vista atrás, reconozco pequeñas referencias en mi vida que me han convertido en la persona que soy hoy.
Llevas más de 10 años contando historias profesionalmente. ¿Cómo han influido tus antecedentes en su trabajo y tus logros?
Todo comenzó con Ebony, una revista para un público predominantemente afroamericano. Sin embargo, cuando fui nombrada redactora jefe de Teen Vogue, quise llevar ese amor por la cultura afroamericana y el estímulo de la autodeterminación y la autoexpresión a una plataforma que llegara al mayor número de personas posible. En ese momento tomé la decisión de ser yo misma y nadie más, y eso me hizo fuerte. Términos como la asertividad o la autenticidad se han convertido en tópicos hoy en día, pero cuando comprendes lo que significa ser auténtica y honesta contigo misma, de repente se abren posibilidades inimaginables. Estar de tu parte y apoyar tus opiniones es un superpoder, sobretodo en el ámbito laboral.
¿Cómo vives tu superpoder, tu verdadero yo, y cómo sigues desarrollándonte?
Con cada decisión que tomas en la vida, comprendes un poco mejor tu propia autenticidad. Y la sensación de seguir tu propio camino y de quitarte la presión de trabajar siempre para los demás es muy liberadora. Además, cuestionarnos a nosotros mismos siempre aporta claridad sobre quiénes somos.Es importante, ser conscientes de nuestros propios valores y cómo estos influyen en las decisiones que tomamos, moldeándonos como personas. Para avanzar en una dirección que me llene de orgullo, tengo que tener la mente abierta y estar dispuesta a cambiar de dirección. Eso a veces también significa que debo hacer una pausa para trasladar las lecciones que aprendí en el pasado al presente y así poder dar forma a mi futuro. Hay que ser capaz de entrar en lo desconocido y seguir adelante, aunque a veces el proceso se complique, y confiar en que estamos haciendo lo correcto. Mi anterior jefa me dijo una vez: "La gente querrá ayudarte o detenerte, pero al final encontrarás el mismo destino".