Los desarrolladores de sonido están tratando de lograr esto,
por ejemplo, en el sistema de sonido opcional Audi Bang & Olufsen con 18
altavoces, distribuidos delante, al lado, detrás y encima de los ocupantes. El
equipo ya está desarrollando nuevas tecnologías para hacer que la inmersión del
sonido sea aún más fascinante en el futuro: El sonido de la lluvia en una
composición musical debería escucharse goteando desde arriba para lograr la
experiencia de sonido más natural posible, en todo el vehículo.
Al definir por primera vez un concepto de vehículo, Brummet
y sus colegas deben prestar atención a las condiciones acústicas ideales:
¿Dónde están ubicados los altavoces, cómo se colocan en relación con el
parabrisas, cómo están angulados, acaso un display head-up quita espacio de un
altavoz de agudos, hay una posición óptima para el subwoofer para un sonido
ideal dentro del vehículo que desencadene las emociones deseadas?
Este concepto sienta las bases para la experiencia de sonido
dentro del vehículo, pero la experiencia final se nutre del ajuste fino del
interior, perfeccionado en el laboratorio de sonido de Audi. Después de todo,
el sonido de los 18 altavoces debe ser igual de bueno en el asiento del
pasajero o en el asiento trasero como lo es en el asiento del conductor. Para
lograr esto, se define con precisión qué altavoz individual envía una señal
determinada con un cierto retraso y a un cierto nivel, para que una imagen de
sonido general llegue al oído que reproduzca naturalmente todas las frecuencias
de manera auténtica con acústica rica y de alta calidad.